26 jun 2009

LA ENVIDIA

La envidia es un pecado capital y de acuerdo a las definiciones de la Real Academia Española la envidia es la tristeza o pesar del bien ajeno y la emulación, deseo de algo que no se posee.
Pero que mala es al envidia, que ciega a personas a las que se les supone inteligencia y que, por las circunstancias que han desarrollado en su vida se cree que pueden ser lo suficientemente inteligentes como para no demostrarla y sufren enormemente de manera visible.
Pero desgraciadamente no es así y sufren por cualquier exito o acierto de otro, que no sea él claro, aunque ello signifique un acierto o un beneficio para otra grupo de persona o institución.
Y nunca verán nada bien, logicamente que no sea algo que esa persona envidiosa haga, porque lo suyo siempre está bien y es extraordinario auqnue sea un mamarracho, y lo de los demás simpre es para él malo e incoveniente.
Son personas que se auelen "apropiar" ( en el sentido de creeerse que es suya) de instituciones a las que pertenecen porque ellos son los únicos que hacen bien las cosas y los demás no.
Pero que le vamos a hacer, en su pecado está su penitencia.
Porque de esa manera sufriran por cada cosa que se pueda hacer en beneficio de personas e instituciones y se retratarán antes los demás diciendo que todo está mal hecho y que si el lo hiciese estaría mucho mejor.
Así podemos decir que la envia es Tristeza o pesar del bien ajeno.
De acuerdo a la primera definición la envidia es sentir tristeza o pesar por el bien ajeno. De acuerdo a esta definición lo que no le agrada al envidioso no es tanto algún objeto en particular que un tercero pueda tener sino la felicidad en ese otro. Entendida de esta manera, es posible concluir que la envidia es la madre del resentimiento, un sentimiento que no busca que a uno le vaya mejor sino que al otro le vaya peor.
Podríamos decir que la envidia se podría ver de muchas formas, pero como resumen me atrevería a decir:
  • En cualquier caso, la envidia es un sentimiento que nunca produce nada positivo en el que lo padece sino una insalvable amargura.

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